Nuestro entorno, nos nutre de valores, actitudes y sentimientos que serán la base de nuestro pensamiento. La posibilidad de entender la penetración de los medios dominantes debe contemplar y entender una lógica que posee diversas fuentes y raíces. La naturaleza de estos medios intentará que el mensaje conformado alcance a un gran público, induciéndolo a una determinada forma de actuar y de consumir a estos medios.
El público se consolida alcanzado por un conjunto de experiencias, sensaciones y síntomas, que muchas veces le son ajenas y que no forman parte de su campo de pertenencia. Al leer esto estimado lector que reside en el interior de la provincia de Bs. As. y/o que su familia desarrolla tareas de Agricultura y Ganadería, ¿podría afirmar que el niño de la casa pida para Navidad una Nintendo 64 o que desea ir a estudiar a una universidad privada? ¿Cree que su entornó influyo en estos pedidos o por otro lado cree que este pedido se desprende de un mensaje dominante en otras regiones?
Pero el dilema se presenta al querer salir de ese laberinto propuesto por la lógica que proponen los medios que dominan la escena comunicacional. Aquí es donde el mensaje alternativo irrumpe y adquiere gran valor. Su escala de significación y valores será el que deberá contrarrestar al poder de las grandes corporaciones mediáticas, que modifican nuestro conocimiento innato y/o construido con la experiencia.
La acción de animarse a participar en alternativas mediáticas producirá una mirada crítica en el entendimiento de la compleja realidad comunicacional que nos atraviesa en la cotidianeidad. Dejando al individuo con una gran apertura a la realidad, que se puede rediseñar y que necesita de iniciativa y del reto moral del que aspiramos a ser parte.
Mural realizado por Nazza Stencil para Tecnópolis 2011
