17/9/11

"Nosotros hacemos lo que tenemos que hacer". Movimientos sociales y los medios de comunicación.


Con motivo de trabajar el tema “Movimientos sociales y la influencia de los medios”, debatimos a partir de un documental lo ocurrido en la llamada “Masacre de Avellaneda” en el año 2002. El documental había sido realizado en el año 2008, lo que permitió un análisis en profundidad de la manipulación de la información por parte de los medios, principalmente los diarios Clarín y La Nación, con entrevistas a Julio Blanck, Editor en Jefe de Clarín, el Editor de Fotografía, periodistas y fotógrafos.

 Resultan interesantes las reflexiones posteriores para entender mejor lo que pasó. Por su parte, parece ser que al tener la noticia “fresquita” los medios actuaron impulsivamente dejando pasar detalles (que de ‘detalles’ no tienen nada) y que al momento de encontrarse con la información escondida, ya se encontraban empapados de otra realidad que habían querido mostrar de lo sucedido, bastante incompleta en materia de víctimas y responsables.


 

Los medios alternativos se mostraron solidarizados con el Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) y con las familias de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, las dos víctimas fatales. Declararon en un acto público desde la estación “Darío y Maxi” que abordar la idea de la Constitución Nacional de la cultura popular en tiempos de crisis, permite hacer referencia a la producción cultural de las organizaciones populares. La producción cultural lleva a crear diferentes y nuevas formas de organización popular, identidades, grupos colectivos, frentes de artistas, equipos, centros culturales, bibliotecas, canales de TV y radios, entre otros.


A continuación, les dejamos una partecita del documental, que muestra lo explicado acá, invitándolos a que opinen con total libertad!

9/9/11

POR UNA VIGENCIA PLENA DE LA LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUDIOVISUAL.

La pluralidad de voces y el rol primordial de los medios comunitarios.

A partir de la sanción de la nueva ley de medios se estableció una bisagra en la historia de nuestro país. La normativa daba paso a la democratización de la comunicación, definiendo a la misma como una actividad social de “interés público” y esencial para el “desarrollo sociocultural de la población”, garantizando el derecho inalienable de expresar, recibir, y difundir ideas y opiniones sin ningún tipo de censura.

Uno de los puntos salientes, si hacemos referencia a la pluralidad de voces, está dado por la distribución equitativa del espectro radioeléctrico, abriendo la puerta para que las organizaciones sociales de todo tipo, sin fines de lucro, jueguen un papel fundamental dentro de la sociedad que les dio orígen hace más de dos décadas, que las reconoció como propias pero que, también, las tuvo presas de un vacío legal que vino a cubrir la Ley 26.522.

En la actualidad, las organizaciones religiosas, sindicales, culturas, cooperativas, entre otras, están íntimamente relacionadas con las realidades cotidianas de las poblaciones, principalmente, en el interior del país, donde se han constituido en verdaderos faros de la libre expresión, dando cabida a un sin número de comunicadores que han encontrado en ellas, además de su primer experiencia laboral, un medio sin restricciones para dar a conocer sus ideas, pensamientos y opiniones.

En este proceso de universalización de la comunicación que no persigue otra idea que no sea el surgimiento de nuevas voces y terminar, de una vez y para siempre, con las voces excluidas, los grupos concentrados, a través de la Justicia, pretenden demorar la aplicación efectiva de una norma debatida y aprobada por la Democracia. Es por eso que hacemos votos para que la participación popular en los medios de comunicación audiovisual sea una realidad de la que todos podamos ser partícipes; sólo con la democratización de la palabra, podemos construir una sociedad justa, participativa, equitativa e incluyente.

6/9/11

Jornadas Académicas CESBA

El martes 30 y miércoles 31 de agosto, en nuestra institución (CESBA) se realizaron distintos talleres que tenían como tema principal la política y los medios de comunicación.
Presenciando uno de los talleres del miércoles, relacionado con la participación juvenil en la política, surgieron muchos temas interesantes. La propuesta era escribir tres palabras que se relacionaran con “Espacios de Participación Juvenil”, luego reunirlas y ubicarlas dependiendo su relación entre sí. En el momento de resolver dónde poner cada palabra, se generaba un gran debate y en especial con la palabra “COMPROMISO”. Era una palabra muy reiterada y que a su vez tiene varias connotaciones en este contexto, ya que se puede hablar tanto del compromiso de los jóvenes como el de los mayores que incitan a que los chicos participen, o mismo el compromiso del estado o de los distintos partidos políticos que convocan a la juventud. Se puede hablar de un compromiso social, económico, político. Todas estas interpretaciones fueron expresadas por las personas que se inscribieron en el taller. Yo entre ellas. A medida que la charla iba tomando mas confianza, todos hablaban interrumpiéndose. Muchos se iban de tema, se creaban grupos que tenían una opinión opuesta a la del otro grupo y  luchaban por tener la razón de algo que no tiene una única respuesta. Llegamos a un punto en el que ya no se estaba hablando de compromiso en los espacios de participación juvenil, sino del hambre en Argentina, el discutido “baile del caño” y los planes trabajar.
Concluimos el taller poniendo en común el resto de las palabras claves y consensuamos en una cosa: existen nuevas formas de participación política. Habría que comenzar a escribir esta parte de la historia.